Hay ciertas partes en las limpiezas de hogar que suponen más quebraderos de cabeza que otras. Los baños son una de ellas. La humedad, la cal y el uso frecuente de los sanitarios, normalmente metálicos, hacen que en ellos aparezca el óxido, tan incómodo y complicado en ocasiones de quitar. Sin embargo, te vamos a facilitar algunos consejos de limpieza para que esta ardua tarea te resulte mucho más sencilla. Nada de productos de limpieza comerciales; tan solo necesitas vinagre o limón.
Si utilizas vinagre, debes calentarlo hasta que llegue a su punto de ebullición. Una vez hecho, empápalo en un paño fino (que no deje arañazos) y frota con energía la superficie oxidada. Otra opción es hacer lo mismo con el zumo de un limón mezclado con dos cucharadas de bórax (un mineral).
Si no funcionan estos consejos, puedes recurrir a una empresa especializada que te ayude con las temidas limpiezas de hogar.